Mi experiencia TICE en el Prácticum I

Tanto yo como mis dos compañeras que íbamos a hacer las prácticas en el mismo colegio llegábamos ansiosas el primer día de empezar una andadura que sin duda nos iba a dejar con muy buen sabor de boca.
Las primeras tres semanas estuvimos rotando de clase en clase por los tres cursos de Educación Infantil y por primero de Primaria. Fue en la clase de 5 años, dónde pude estar más cerca de la experiencia TICE en todo el período de prácticas.
Fue una experiencia corta pero con la que aprendí cómo funcionaban y cómo utilizaban los recursos tecnológicos en el centro.
Como ya explicaré en la memoria de las prácticas, el aula en la que me instalé definitivamente en el mes de diciembre, no se podía utilizar la PDI porque faltaban conexiones y por tanto no pude utilizarla en todo el tiempo. Sin embargo, y como ya he dicho anteriormente, pude saborearlo cuando estuve una semana en la clase de 5 años.
El uso de la PDI era constante y diario. La primera vez que vi utilizarla a los propios alumnos me quedé realmente alucinada y pensé ¿Cómo unos niños tan pequeños pueden tener este manejo de las nuevas tecnologías?
Los recursos proporcionados para utilizar con la PDI eran de Edelvives.
Todos los días, el encargado se levantaba y ponía la fecha, el tiempo y pasaba lista. Algo que también me llamó la atención es que el profesor explicaba algunas fichas con la PDI y posteriormente sacaba a varios alumnos para comprobar que se habían enterado de la explicación. Además, con estos recursos se podían escuchar canciones, ver videos, escuchar cuentos y dibujar.
Es cierto que con la pizarra se pueden hacer muchas cosas más, pero al ser un recurso que se había implantado apenas dos meses antes, todavía quedaban algunos cabos sueltos y no estaba correctamente configurada o faltaban cosas.
Una de las actividades que hacían en relación a esta asignatura me llamó muchísimo la atención y me pareció muy innovadora. Está relacionado con el tema de la prensa escolar del que he hablado entradas anteriores. Esta actividad se llamaba “El periodista”. Consistía en que cada dos o tres días a la semana, un niño de la clase se llevaba a su casa el carnet de periodista junto con un cuaderno. En ese cuaderno debían escribir una noticia que debían buscar en el periódico o en internet y acompañarla con una foto. El día que tocaba exponerlo a sus compañeros se hacía una especie de “teatrillo” y se vestía al niño o a la niña como si fuera un presentador de noticias con un traje de chaqueta y una corbata. Finalmente el niño se sentaba en una mesa y con un marco a modo de televisión tenía que explicar la noticia a sus compañeros.
Sin duda ha sido una experiencia increíble que con mucha pena hemos dicho adiós, pero que en realidad es un simple ¡hasta luego! y que volveremos con muchas más ganas el año que viene.

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